Levante - EMV - Carla Melchor | Sagunt
Exoptatae domum nostram advenistis! (¡Bienvenidos a nuestra casa!) Esas son las palabras en latín que evoca cada rincón de la Domus Baebia, la sede de la Academia Saguntina, un curso internacionacional que culminó ayer con una exhibición de teatro clásico en el Teatro Romano de Sagunt a cargo de las alumnas.
El proyecto, llevado a cabo conjuntamente por Euroclássica (la asociación internacional de profesores de cultura clásica) y la Domus Baebia, gana popularidad año tras año entre los círculos clásicos. Ésta ha sido su tercera edición, y la primera a la que ha asistido un grupo formado enteramente por mujeres, algo que no extraña a sus organizadores: «No es nada raro, las mujeres siempre han estado más atraidas por la cultura clásica que los hombres», asegura Quique Martínez, presidente de la asociación Ludere et discedere, organizadora de los talleres de cultura clásica en la localidad.
Durante esta semana, las alumnas, procedentes de países como España, Austria, Suiza o Lituania, han visitado diferentes lugares emblemáticos de Sagunt, como el Foro, el Teatro o el Museo de la Escena Grecolatina y han ahondado en la cultura de la época a través de talleres de cocina, cosmética, teatro o vestimenta. «Está siendo muy bonito, a medida que pasan los días compruebas que ellas se van dando cuenta de nuestros lazos, de que somos Europa y de que la cultura clásica nos une», asegura Amparo, una de las profesionales que instruye en el centro.
Consolidación de la Academia
La Academia Saguntina es genuina de principio a fín. Resultado de muchos años de esfuerzo y dedicación, es la única escuela de cultura clásica que existe en Europa y su número de inscripciones aumenta cada año. «La potencia didáctica de la Academia es envidiable», explica José Luis Navarro presidente de la asociación Euroclassica. «Todas las alumnas vienen atraídas por lo que pueden aprender aquí. Tienen algunos conocimientos previos y salen fascinadas de lo que hay en Sagunt. Aman la cultura grecolatina», añade.
Demostrar la importancia de la cultura clásica, así como establecer lazos entre diferentes naciones latinas, han sido las prioridades de la Academia, que se ha visto obligada a limitar sus miembros ante la excesiva demanda. «Pusimos un límite con tal de que las clases fueran fluidas. Ya es difícil llevar un grupo internacional, por lo que su aprendizaje era vital para nosotros», explica Quique Martínez.
Via: Levante - EMV
