Edicto de Diocleciano |
Nos vamos a dar un paseo por la antigua Roma y comprobar, gracias al Edicto de Precios Máximos o Edicto de Diocleciano, qué salarios recibían algunas profesiones y a qué precios tenían que hacer frente. Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, para los amigos Diocleciano, nació en el seno una familia humilde y fue escalando puestos en la jerarquía militar hasta convertirse en el comandante de la caballería del emperador Caro. Tras la muerte de Caro y de su hijo Numeriano, Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército y gobernó desde el 20 de noviembre de 284 hasta el 1 de mayo de 305.
Durante lo segunda mitad del siglo III el Imperio Romano sufre una grave crisis –crisis imperial–
alimentada por las guerras civiles, las luchas por el poder, la presión
de los bárbaros, la peste y una profunda depresión económica agravada
por los caprichos monetarios (acuñando moneda propia) de los codiciosos
emperadores. En 301, para poner un poco de orden, Diocleciano decide
promulgar el Edicto de Precio Máximos para estabilizar
la moneda y atemperar la grave crisis económica. El cumplimiento del
edicto era obligatorio en todo el Imperio y, además, fijar precios
superiores estaba penado con la muerte. Esto son algunos de los precios y
salarios, en denarios, que se fijaron en el edicto:
Salarios:
- Trabajador agrícola – 25 al día
- Carpintero o albañil – 50 al día
- Pintor (brocha gorda) – 75 al día
- Pintor (de cuadro) – 150 al día
- Tejedor de lana – 175 por manto
- Panadero – 50 al día
- Construcción de barcos, fluviales y marítimos – 50 y 60 al día respectivamente.
- Arriero – 25 al día
- Barbero/peluquero – 2 por persona
- Limpiador de cloacas – 25 al día
- Escriba, para mejorar la escritura – 25 por cada 100 líneas. Redacción de peticiones o documentos públicos – 10 por cada 100 líneas.
- Maestro: desde 50 al mes por alumno para los de niños hasta 250 al mes por alumno para los de Retórica.
- Legionario medio – 15.400 al año incluido el valor del trigo que recibían al año.
- Guardia Pretoriana – 19.000 al año incluido el trigo.
- Trigo, un modio (8,75 kg.) – 100
- Cebada y centeno, un modio – 60
- Lentejas, un modio – 100
- Sal, un modio – 100
- Judías, un modio – 100
- Arroz, un modio – 200
- Vino, como un Rioja o Ribera del Duero, un sextarius (1/2 litro) – 30
- Vino de mesa o de la casa, un sextarius – entre 8 y 16
- Cerveza gala, un sextarius – 4
- Cerveza egipcia, un sextarius – 2
- Miel, como la de la Alcarria, un sextarius – 40
- Aceite de oliva, un sextarius – 40
- Carne de cerdo o de venado, una libra (326 gramos) – 12
- Pierna de cerdo, Menápico o Cerritano – 20
- Carne de vaca, una libra – 8
- Un pollo – 60
- Un faisán – 250
- Pescado de mar, una libra – entre 16 y 24. Para los de río, un libra – entre 8 y 12
- Pescado salado, una libra – 6
- Mantequilla, una libra – 16
Es muy difícil hacer una comparativa de estos precios con los
actuales pero puede servir para hacernos una idea de lo que podía
adquirir cada ciudadano romano con su salario y las diferencias entre
las distintas profesiones. Además, también hay que tener en cuenta que
el porcentaje del salario que gastamos en alimentos nada tiene que ver
con el empleado en la antigua Roma. Como curiosidades: la gratificación
por una victoria de un gladiador podría equivaler a la salario anual de
un maestro y el auriga Cayo Apuleyo Diocles, el Fernando Alonso de la época, llegó a ganar en toda su carrera unos 35 millones de sestercios (un denario – cuatro sestercios) en el siglo II.